Efecto de las carreras de larga distancia en el cerebro

¿Qué le sucede al cerebro durante una carrera de maratón o ultramaratón? Fascinantes estudios publicados en Nature Metabolism y Frontiers in Physiology nos revelan descubrimientos sorprendentes sobre cómo nuestro cerebro responde a estos desafíos extremos.

Los investigadores han desentrañado los efectos neurológicos de las carreras de larga distancia, llevando a cabo estudios de neuroimagen y evaluaciones cognitivas. Estas investigaciones estudiaron a 10 corredores de maratón mediante resonancia magnética y a 24 ultramaratonianos a través de pruebas cognitivas exhaustivas, ofreciéndonos una ventana única al impacto del ejercicio extremo en nuestro cerebro.


Los hallazgos son reveladores: correr un maratón induce una reducción temporal en la cantidad de mielina cerebral, específicamente en las áreas motoras y sensoriales. Sin embargo, lo fascinante es que nuestro cerebro demuestra una notable capacidad de recuperación, volviendo a su estado normal en aproximadamente dos meses.

Más allá de los maratones, los ultramaratonianos experimentan cambios aún más pronunciados. Durante estas pruebas extremas, los investigadores observaron un deterioro agudo en funciones cognitivas clave: memoria, tiempo de reacción y capacidad para discriminar objetos. Estos efectos parecen estar íntimamente ligados al intenso estrés cardiovascular y la inevitable privación de sueño que acompañan a estas pruebas extraordinarias.

Sin embargo, los estudios, aunque revolucionarios, tienen sus limitaciones: la muestra es relativamente pequeña y predominantemente masculina. Además, factores como la deshidratación y las condiciones extremas podrían influir en los resultados observados, especialmente en el de los ultramaratonianos.

💡 Mientras que el ejercicio de resistencia extremo puede provocar cambios cerebrales temporales, el entrenamiento regular sigue siendo un pilar fundamental para la salud cerebral a largo plazo. La clave está en el equilibrio y la recuperación adecuada, especialmente en eventos de ultraresistencia.

Recordemos que el efecto del ejercicio sobre el cerebro sigue un perfil bifásico hormético. A grandes intensidades, no produce beneficios netos para el cerebro, mientras que en dosis moderadas y con entrenamiento incremental puede llegar a generar muchos beneficios (neuroplasticidad: facilitación sináptica, incremento de la ramificación dendrítica, eficiencia mitocondrial, diversidad de la microbiota, irrigación sanguínea…) y con el paso del tiempo, más beneficios con más ejercicio. Una maratón y una ultramaratón no siguen esa curva. Hay que tener una genética y un entrenamiento muy concreto para que estas prácticas deportivas no causen trastornos en el cerebro, aunque sean temporales. Pensemos que no todos los participantes hacen una única maratón al año, muchos ciudadanos y cada año más, practican el turismo de maratón, participando en más de media docena al año, con lo que el cerebro no tiene prácticamente tiempo de recuperarse, mientras que sus supuestos beneficios individuales (superación personal y pertenencia a una comunidad global) no están suficientemente documentados, frente a los beneficios sí reportados (impacto en la economía local).

📚 Fuentes

Ramos-Cabrer et al. (2025). Reversible reduction in brain myelin content upon marathon running. Nature Metabolism.

Perrotta et al. (2022) Cognitive impacts observed among ultra-marathon runners. Front Physiol.

https://es.euronews.com/viajes/2025/02/06/que-es-el-turismo-de-maratones-y-por-que-esta-ganando-popularidad

https://soymaratonista.com/por-que-el-turismo-de-maratones-se-hace-cada-vez-mas-popular/

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