La actividad física paterna potencia la resistencia en la siguiente generación
En los últimos años, la ciencia ha comenzado a desentrañar los misterios de la herencia más allá del ADN. Un estudio recién publicado en Cell Metabolism arroja luz sobre la transmisión intergeneracional de la resistencia física, mediada por el ejercicio de los padres antes de la concepción. Este hallazgo se une a nuestros trabajos y los de otros investigadores que redefinen nuestra comprensión de la herencia, y también subraya el poder de los estilos de vida en la salud de las futuras generaciones.
Los autores encontraron que el ejercicio paterno mejora la resistencia de la descendencia (F1), incluso sin cambios en la crianza o el ambiente postnatal, lo que apunta a un mecanismo epigenético. El mecanismo central identificado es la modificación de microARNs (miARNs) en el esperma de los padres que realizaron ejercicio. Estos pequeños reguladores genéticos alteran la expresión de genes relacionados con el metabolismo y la función muscular en la descendencia.
Los hijos de padres físicamente activos mostraron una mayor capacidad de adaptación al ejercicio, mejor metabolismo energético y una mayor proporción de fibras musculares oxidativas, lo que se traduce en mejor rendimiento en pruebas de resistencia.
El equipo de investigación utilizó un modelo de ratón para explorar cómo el ejercicio regular de los padres antes de la concepción podía influir en la fisiología de sus hijos. Los ratones machos fueron sometidos a un programa de entrenamiento físico estructurado, mientras que un grupo control permaneció sedentario. Tras el apareamiento, los investigadores analizaron tanto el perfil de microARNs en el esperma como el rendimiento físico de la descendencia.
Los resultados fueron sorprendentes: los hijos de los padres entrenados superaron consistentemente a los del grupo control en pruebas de resistencia, como las carreras en treadmill. A nivel molecular, se detectó una firma específica de microARNs en el esperma de los padres ejercitados, que se asoció con la activación de rutas metabólicas y musculares en la descendencia. Estos microARNs parecen actuar como mensajeros epigenéticos, reprogramando el desarrollo muscular y la eficiencia energética de la siguiente generación.
Este estudio se suma a otros anteriores (como dos de nuestro laboratorio en 2019 y 2024) que desafían la visión tradicional de la herencia genética, mostrando que los hábitos de vida de los padres, en particular el ejercicio, pueden dejar una huella positiva y duradera en la salud y el rendimiento físico de sus hijos. Si bien la investigación se realizó en modelos animales, los mecanismos epigenéticos descritos son altamente conservados, lo que sugiere que estos hallazgos podrían ser relevantes para los humanos.
Para la comunidad de NeuroHormesis, este trabajo refuerza la idea de que el estrés fisiológico positivo, como el ejercicio, no solo optimiza la salud cerebral y corporal del individuo, sino que también puede beneficiar a las generaciones futuras. Adoptar un estilo de vida activo antes de la paternidad podría ser una poderosa herramienta de prevención y promoción de la salud transgeneracional.
Referencias:
- Wang et al., Cell Metabolism (2025). "Paternal exercise confers endurance capacity to offspring through sperm microRNAs." DOI: https://doi.org/10.1016/j.cmet.2025.10.001
- McGreevy et al., & Trejo JL. Proc Natl Acad Sci U S A. 2019 “Intergenerational transmission of the positive effects of physical exercise on brain and cognition”. doi: 10.1073/pnas.1816781116.
- Cintado & Tezanos et al., & Trejo JL. J Neurosci. 2024 “Grandfathers-to-Grandsons Transgenerational Transmission of Exercise Positive Effects on Cognitive Performance”. doi: 10.1523/JNEUROSCI.2061-23.2024.

Comentarios
Publicar un comentario