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Mostrando entradas de noviembre, 2025

¿Por qué tanto sedentarismo?

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La civilización actual (y que se salve quien pueda) está atravesando una auténtica epidemia de sedentarismo, fenómeno que se ha convertido en un dramático desafío para la salud física y mental de la población a escala global. Analicemos las raíces multifactoriales que han llevado a la sociedad moderna a moverse cada vez menos, enfocándonos en los condicionantes históricos, sociales, tecnológicos, económicos y psicológicos de este nuevo mal del siglo XXI. El auge del sedentarismo actual es la consecuencia paradójica del progreso humano. Durante la mayor parte de nuestra evolución, la actividad física no era opcional, sino un requisito básico para la supervivencia: cazar, recolectar, desplazarse y construir requerían un gasto energético diario elevado. No obstante, no es una cuestión exclusivamente relacionada con que los ancestros se movieran muchísimo más que nosotros, de hecho, los estudios de Lieberman (2021) demuestran que en determinadas épocas se movían lo justo, lo justo para caz...

Genética y ejercicio físico

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La predisposición genética a practicar más o menos ejercicio físico es un fenómeno ampliamente estudiado en neurobiología y genética del deporte, y ha revelado, hasta la fecha, una complejidad mediante la que los genes influyen en nuestra tendencia a la actividad física, así como en la respuesta y adaptación al entrenamiento. Varios protagonistas tienen un papel en esta historia. Por un lado, la interacción de múltiples variantes genéticas y, por otro, variaciones sutiles en una única base del ADN, lo que se llaman polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) explican muchas de las diferencias individuales en la capacidad física, la motivación para hacer ejercicio y los beneficios obtenidos, conformando así un panorama heterogéneo que, desde la neurohormesis, nos invita a una comprensión integral de la interrelación entre biología y comportamiento. Influencia genética en la predisposición al ejercicio físico Varios estudios genéticos sugieren que entre un 30 y un 80% de la variabilidad e...

Cómo elaborar rutinas óptimas de ejercicio según la Neurociencia

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La ciencia de la Neurobiología del Estilo de Vida ha revolucionado nuestra comprensión del cerebro adulto, mostrando que es posible mantener y mejorar la función cognitiva durante toda la vida a través del ejercicio físico (entre otros factores, entre los que se encuentra la dieta, el sueño, el estrés, los contaminantes, etc….). Así, no basta con moverse de cualquier manera: la duración, la intensidad y la frecuencia del ejercicio influyen directamente en la magnitud de los beneficios cerebrales. En esta entrada, se desglosan las pautas prácticas y los argumentos científicos que permiten estructurar rutinas efectivas, fomentando la constancia y la personalización como claves de éxito.   ¿Cuánto, cómo y con qué frecuencia?   El conocimiento acumulado sugiere tres variables principales que determinarán los efectos sobre la neuroplasticidad: duración, intensidad y frecuencia. Nuestra publicación reciente (Cintado et al., eBioMedicine The Lancet, 2025) y otros estudios internacion...

Descanso y Cerebro

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Fallos de atención tras la privación de sueño: un fenómeno ligado a dinámicas integradas neurovasculares, pupilares y de flujo del líquido cefalorraquídeo. En una sociedad que de manera creciente valora en extremo el esfuerzo y el sacrificio hasta puntos que los hallazgos en el ámbito de la neurobiología no sostienen en absoluto, toma forma de manera preeminente la exaltación de dormir poco (Informe del Día Mundial del Sueño, Win Voices! 2025) , con pensadores que promueven e instan a dormir lo mínimo posible y levantarse ritualmente a las cinco de la madrugada, por poner solo un ejemplo. La evidencia en el ámbito de la Neurobiología del estilo de vida acaba de añadir un nuevo peldaño a este asunto. La privación de sueño es un factor conocido por afectar negativamente nuestra función cognitiva, especialmente la atención sostenida, un fenómeno que puede tener consecuencias graves, desde errores cotidianos hasta accidentes trágicos. Los efectos conductuales de la falta de sueño son ampli...